“Siempre
habían sido amigos”
Chistian
Mientras me dormía mi cabeza comenzó
a darle vueltas a la relación que Idris había tenido con Erik, no
parecía haber sido una relación amorosa, pero en el fondo ¿a mi
que demonios me importaba? Era una niña soñadora, bocazas y
confiada, no era mi tipo, nunca lo había sido, pero ¿Por qué
siempre me había preocupado de estar molestándola y haciéndola de
rabiar? Desde la guardería siempre habíamos sidos enemigos íntimos,
siempre habíamos peleado, discutido y aunque jamas se lo confesaría,
ese era siempre uno de los motivos por el que me gustaba ir al
colegio, me encantaba hacerla la vida imposible, me gustaba que me
prestara atención. Había sido tan distinta a todas las mujeres de
mi vida, ella nunca me había hecho caso, siempre me había mirado
con indiferencia y odio. No estaba acostumbrado a ver esos
sentimientos en los ojos de las mujeres que me miraban. El deseo, el
amor platónico y la devoción con la que me habían tratado las
niñas de mi clase y la mayoría de mujeres que habían pasado por mi
vida era a lo que estaba acostumbrado. Idris era distinta, tan
distinta que no podía evitar sentirme atraído por la curiosidad que
despertaba en mi aquel comportamiento tan infantil y esa madurez tan
poco favorecedora que mostraba en los momentos más inoportunos.
¿Qué tipo de relación había tenido
con Erik? Yo recordaba haberla visto por el centro comercial de la
mano del chico y en el cine con él y siempre había asumido que eran
algo más que amigos. Me había equivocado y estaba más feliz de lo
que era normal ante la idea de que no hubiera habido nadie especial
en su vida.
Todos aquellos pensamientos me llevaron
a mi pasado, al día en que los encontré en la fiesta de Cordy.
Habían pasado más de seis años desde
la última vez que la había visto, meses después del baile de
primavera del colegio. Solo la vi de refilón en el centro comercial
de la mano de un chico moreno muy atractivo. No tenia pensamientos en
ese momento de ir al cine pero al verlos comprar las entradas obligue
a la chica que ese día salia conmigo a acompañarme al cine. Idris
no me vio, pero me pase la mayor parte de la película observándola
reírse y bromear con el chico. Erik, en aquel momento no sabía su
nombre, pero ahora podía reconocerlo en mi recuerdo. Después de
aquello no volví a verla por cinco o seis años hasta que nos
encontramos en la fiesta de un amigo del instituto que al parecer era
amigo de Erik y ella le acompaño ese día.
Recordaba que yo tenia veintiún años
y ella uno menos, llevaba su pelo castaño suelto sobre los hombros y
su vestido, esa vez rojo, en vez del desfavorecedor azul que había
llevado el día del baile, era impresionante. No se daba cuenta del
efecto que causaba a la mayoría de adolescentes llenos de hormonas
que bailaban en la casa al rededor de ella, pero nadie se atrevía a
hablarle, era la novia de Erik que tenia varios años más que
nosotros y nos imponía un poco de respeto su aspecto rudo y sus
anchas espaldas, por las que las chicas de la fiesta también
suspiraban.
Ella nunca supo que yo estaba allí,
pero yo por alguna estúpida razón no la perdí de vista hasta que
se marcho con el que en aquel momento todos pensábamos que era su
novio y del que ahora por fin sabía la verdad.
Erik había sido siempre su mejor
amigo.
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