“Fósil
Humano”
Roy
- ¿Este trasto no puede correr mas?
- No, Roy, voy a ciento ochenta por una carretera de cien, no puedo pisarle más– dijo mi tío Jonas. La abuela había despertado a toda la mansión cuando la luna se puso morada y a Jonas le había entrado el pánico por la seguridad de Idris, mi prima. Mañana, bueno, para ser exactos, ya que eran las dos de la madrugada, hoy 25 de noviembre, cumplía veintiún años y ella podía ser la elegida.
- No contesta al teléfono – le dije a mi tío sin pensarlo. Él revolucionó el coche y lo puso a más velocidad de lo que se consideraría seguro para nuestra integridad física – no te preocupes, hablé con ella esta mañana y me dijo que Erik pasaría la noche en casa con ella – siempre había pensado que no era muy normal la relación que mantenían esos dos, a mi prima no se le conocían novios, pero él era todo un Don Juan. La familia empezaba a especular sobre la sexualidad de Idris, pero yo estaba seguro de que a mi primita preferida le gustaban los hombres.
- Si está con ella, ¿por qué demonios no contesta al teléfono? - un buen punto.
- Ya estamos llegando, relajate – cuando escucho mis últimas palabras se dio cuenta de que íbamos demasiado deprisa y aminoró un poco la marcha cuando entramos en la ciudad.
Nos saltamos varios semáforos en rojo
y cuando llegamos a los apartamentos de Idris mi tío no se molesto
en apagar el motor. Salto del coche dejándome a mi allí. Aparque en
doble fila y fui corriendo detrás de Jonas, había dejado la puerta
del apartamento abierta por lo que pasé sin llamar y la estampa que
me encontré fue totalmente grotesca.
Mi tío estaba frente a la cama de mi
prima con un gesto indescriptible y las manos en cabeza, me dio miedo
asomarme, pero me pudo la curiosidad.
Erik e Idris estaban tumbados en la
cama abrazados, ella tenia los ojos cerrados como si estuviera
durmiendo, pero él estaba con ellos abiertos mirando a la nada,
parecía que estaban congelados, una película muy fina naranja los
recubría a los dos y la cama. Fósiles. Fue la palabra que vino a mi
mente cuando los vi. Se habían fosilizado.
No entendía muy bien lo que estaba
pasando, y menos aún que Erik se hubiera visto involucrado en algo
así, pero mi madre siempre decía que las coincidencias no existían
y yo opino de las misma manera.
No sabía como tenia que sentirme,
esperanzado, aliviado, contrariado, devastado.
Todo ocurrió muy deprisa, antes de que
pudiera recuperarme del impacto, Jonas había llamado a la familia y
estaban allí recogiendo y llevándoselos a ambos y la cama, tuvieron
que ser extraídos por la ventana, mi hermano Harry era bombero en la
ciudad y se estaba encargando de toda la operacional de extracción.
Cuando quise darme cuenta viajaba en el Subaru de Jonas detrás del
furgón donde iban mi prima y su mejor amigo. Jonas no paraba de
hacerse preguntas a si mismo, ¿Cómo ha podido pasar esto?¿Qué
demonios voy hacer ahora?¿Cómo le explico esto a Mariam? Se va a
quedar destrozada.
Todos estábamos en blanco, nadie pensó
que podía pasar algo tan escalofriante y yo tuve una idea, algo loco
y descabellado, pero no lo pensé mas, saqué mi teléfono móvil y
marqué a mi abuela.
- Abuela, soy Roy, creo que deberíamos hablar con la familia Freys, quizás ellos sepan lo que está pasando – mi abuela se quedo callada durante un momento, no era una mujer que hablara sin pensar mil veces lo que decir.
- Creo que tienes razón Roy, es posible que su elegido también haya pasado por lo mismo, ademas, creo que deberíamos enterrar el hacha de guerra, aunque me temo que eso va a ser muy difícil, te mantendré al tanto Roy – después de eso me colgó.
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