Aviso importante

Las novelas aquí publicadas son de mi autoría y están registradas en el registro de la propiedad intelectual de España a mi nombre.
Para cualquier duda o aclaración, se puede contactar conmigo al correo: alba.galvez1985@gmail.com

miércoles, 6 de agosto de 2014

Quimera




Capitulo 37



Dante se acababa de marchar con ropa mía y varios viales llenos de mi sangre, necesitábamos despistar a Luca y a Olivia el máximo tiempo posible, para poder emprender el viaje con tranquilidad, sabía que solo ganaríamos dos o tres días a lo sumo, pero era suficiente para llegar a donde estaba el aquelarre y refugiarnos allí.
Blake y yo regañamos como hacíamos siempre que se disputaba un asiento delantero, pero al final gané yo, sobre todo porque Nathan no quería que Chris y yo fuéramos juntos detrás.
Era la primera vez que montaba en un automóvil tan grande, tenía plazas para siete personas, pero entre Blake y Chris habían quitado los asientos sobrantes para ir mucho más cómodos.
No hablamos mucho durante la primera hora de viaje, cada uno iba pensando sobre sus propias cosas, y yo personalmente no tenía muchas ganas de compartir mi miedo… el ataque de Luca me había afectado mucho más de lo que me hubiera imaginado, me sentí completamente indefensa y por un momento llegué a pensar que iba a morir… y la única persona que vino a mi mente en esos segundos en los que estaba atrapada por la boca del demonio, fue para mi gran sorpresa, Chris.

Después de cinco horas en la interestatal ochenta y uno, hicimos la primera parada, Blake se había quedado completamente dormido y se despertó con el sonido que hacia el coche al entrar en un camino de tierra. Habíamos llegado al primer Walmart cercano a una carretera, por lo que no teníamos que desviarnos mucho del camino. Acabábamos de pasar Harrisonburg, Virginia y todavía nos quedaba un largo camino por delante.

  • Solo necesitamos ropa Chris y yo, vosotros quedaros en el coche, no tardaremos mucho – Les dije cuando vi que nos seguían.
  • Yo necesito estirar las piernas y mear – espetó Blake bajándose del coche.
  • Yo prefiero acompañarte – me dijo Nathan.
  • No, no te preocupes por mi, estira un poco las piernas comprar algo de beber y comer en la gasolinera y quedamos aquí en el coche en veinte minutos – organicé, mirando el reloj, ya casi eran las diez de la noche, pero como era verano todavía quedaba un poco de tiempo antes de que terminara de anochecer.
  • No me quedo tranquilo... estas corriendo mucho peligro... - no le dejé terminar la frase y aunque sabía que lo que le iba a decir le dolería, no tenía más remedio que hacerlo, porque era realmente lo que pensaba.
  • Con Chris estoy segura y protegida, confío en él – creo que incluso el demonio se quedó petrificado y sentí como las palabras golpeaban a Nathan como puñales – no te preocupes por mi y cuida también de ti mismo, todos estamos juntos en esto – añadí dándome la vuelta y andando deprisa hacia el supermercado.

No tardé mucho en localizar el departamento de ropa femenina y me di cuenta de que Chis había hecho lo propio con el masculino.
Encontré un par de pantalones cortos vaqueros en oferta y los cogí sin pensármelo, vi dos vestidos muy veraniegos en blanco y violeta y también los eché a la cesta. Había varias camisetas de manga corta sencillas de varios colores y que costaban tan solo tres dolares, me hice con cinco.
Después compré unas deportivas y unas preciosas sandalias de cuña blancas para que conjuntaran con todo.
De ropa interior iba completamente servida así que me salte esa sección.
Chris y yo llegamos a la vez a la caja y yo me dispuse a sacar la tarjeta de crédito.
  • Pagamos mejor en efectivo, pequeña – me dijo el demonio apartando la tarjeta y entregándole a la dependienta un fajo con el dinero.
  • Por supuesto – dije dándome cuenta en ese momento de que había estado a punto de cometer una jodida estupidez. Podían localizar mi tarjeta y todo lo que habíamos hecho hasta ese momento hubiera sido en vano.
  • ¿Qué pasa entre tú y el chupasangres? - preguntó el demonio nada más salimos del supermercado. Habíamos tardado menos de lo normal y los chicos todavía estaban en la gasolinera que había unos metros más arriba.
  • No me pasa nada – dije nerviosa.
  • Pensé que lo vuestro era algo épico, de hecho hubo un tiempo en el que estabas completamente dispuesta a morir por él – comentó mientras nos acercábamos al coche.
  • No es algo que quiera hablar contigo – dije adelantándome y dejando las bolsas en el suelo al lado del Dodge. Chris me cogió por los hombros y me obligó a enfrentar sus ojos. Estaba atardeciendo y casi nos comía la oscuridad, pero podía verse el destello azul en su iris y sentí un escalofrió cuando noté como acercaba su cuerpo más al mio.
  • No puedes negar lo que sientes por mi – afirmó el demonio.
  • No tengo ni idea de lo que siento en estos momentos, no sé realmente que quiero... mi cabeza esta confundida y no puedo centrarme en eso mientras una loca demonio, que ademas es mi madre intenta asesinarme... tengo que concentrarme primero en descubrir como puedo dejar de ser lo que soy – dije más para convencerme a mi que a él.
  • ¿Interrumpo algo? - preguntó la dura y fría voz del vampiro. Blake silbó divertido al ver la escena.
  • No – contesté yo.
  • Si – contestó el demonio que inmediatamente se acerco a Nathan y le arrebató las llaves del coche – ahora me toca a mi conducir un rato.

Dicho eso volvimos de nuevo al coche y a la interestatal. No supe en que momento ocurrió todo porque al parecer me había quedado dormida, pero los gritos de Chris y Nathan me despertaron alarmada.




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Te vas sin dejarme un comentario....

Te vigilo....


Mapa de visitas